miércoles, 29 de febrero de 2012

Revista Pronto 2012/02/29

Rocío Guirao Díaz se caso por iglesia con Nicolás Paladini 
“Le jure amor eterno a mi príncipe azul”


Ya llevaban más de tres años casados ante la ley pero ansiaban unirse ante Dios y celebrar con una boda “lo más cursi que se pudiera”. Entre el civil y la gran noche de fiesta, Rochi parió dos hijos y sufrió la pérdida de su padre y finalmente pudo festejar con 250 personas en Rosario. La luna de miel será en familia con Aitana e Indio en el Caribe en Semana Santa. 

 Cuando era chiquita, cada vez que le preguntaban qué quería ser cuando fuera grande, Rocío Guirao Díaz (27) respondía: “Ser mamá, y tener muchos hijos”. También anhelaba ser modelo y bailarina, y tener su nombre dentro del mundo del espectáculo. “Pero eso estaba en segundo plano: lo fundamental para mí era encontrar a mi príncipe azul y jurarle amor eterno, vestida de blanco”. Hoy, su sueño se hizo realidad, y la hermosa mujer confiesa estar viviendo el mejor momento de su vida. Protagonista de su propio cuento de hadas, Rocío encontró en Nicolás Paladini (34) a su hombre ideal, y juntos concretaron sus deseos de formar una familia. Se conocieron a fines de 2007 luego de que el empresario rastreara a la modelo vía Facebook, y apenas un año después estaban dando el sí en Rosario, ciudad natal de Nicolás. Embarazada de Aitana, la primera hija de la pareja, Guirao Díaz se convirtió en la legítima esposa de Paladini, pero en su momento no hicieron un gran festejo debido a que querían disfrutar a full de la fiesta, sin panza. Después, el matrimonio tuvo a Indio, su segundo hijo, y Rochi contó que iban a celebrar a lo grande cuando los chicos crecieran un poquito más. El pasado domingo 26 fue el día elegido para celebrar su amor junto a sus familiares y seres queridos, entre los que, claro, están Aitana –que hoy tiene 2 años y ocho meses-, e Indio, quien cumplió su primer año el 2 de febrero pasado. El lugar elegido fue el selecto espacio Punta Barranca, en la ribera del río parana, engalanado por el puente Rosario-Victoria, similar al puente de Brooklyn, lugar al que van todas las novias neoyorkinas a sacarse fotos el día de su boda. Los 250 invitados esperaban con ansias la llegada de la novia en un cuidado jardín sobre el río, con espléndidas palapas, decoradas con telas, velas y arañas blancas. En una pérgola con flores y sillas blancas se concretó la bendición de las alianzas. Primero apareció el novio con su mamá, Graciela Espinosa e Indio en os brazos, mientras sonaba la canción My Inmortal, de Evanescence. Luego, entraron Laura Galdeano, la mamá de la novia, con Diego Díaz, el mejor amigo de la pareja. Y los siguió el cortejo: Claudia, la mejor amiga de Ro, guió a su hija Mora y a Aitana, que tiraron pétalos en la alfombra. Finalmente, a las 20.30 llegó la hermosa modelo, enfundada en un vestido blanco de su amiga Natalia Antolín, y tomada del brazo de su suegro, Juan Alberto Paladini. El padre Juan José Estrada los unió en matrimonio, y también lo había hecho el día anterior, en la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, de Rosario. Porque si bien el domingo fue la celebración a lo grande, el sábado por la mañana los chicos habían dado el sí en secreto. “Fue una ceremonia divina, súper íntima, en la que nos acompañaron sólo 20 personas. El padre Juan hizo la misa muy cálida, y nos lloramos la vida”, le confesó Rocío a Pronto. Paladini eligió para laocasión un saco beige y jean azul, mientras que la top lució un vestido de Carolina Herrera, con zapatos de Ricky Sarkany. “Esto es lo que toda mujer sueña. Los papeles a mí tanto no me interesan; me gusta más la parte religiosa. Los dos somos muy creyentes, y teníamos la necesidad de casarnos ante Dios. Acá estamos, cumpliendo nuestro sueño”, aseguro emocionada. 

Coqueta, Rocío se cambió dos veces durante la noche. El primer vestido, estilo princesa, era un strapless, con corte a la cintura con 20 capas de tules. La falda plató, con más de 100 metros de tela, tenía aplicaciones de encaje y cristales Swarovski. Después de la medianoche, se cambió el modelo por otro más sexy: uno de satén de seda bien ceñido al cuerpo, escotado en la espalda, con tajo profundo. “Tiene un detalle estratégico: en la cintura tengo tatuado el nombre Nicolás, y dejamos que se vea con una transparencia. Los dos vestidos son de Natalia Antolín; es una gran amiga y no podía pensar en otra persona”, aseguró la rubia, a quien la peinó Yanet Riera al agua, con un estilo años 20, y la maquilló Cholu Dimola. El novio, por su parte, también tuvo dos cambios, a cargo del diseñador Daniel Casalnovo: un elegante frac negro, camisa blanca doble puño alforzada, tiradores negros y zapatos de charol; y saco en crepé italiano ribeteado en raso de seda, pantalón híper entallado y corbatín en seda americana. “¿No estamos pipí cucú?”, preguntó la novia a sus amigas. Las alianzas, de oro amarillo con diamantes incrustados, las diseño Damián Colombo, y además Paladini le regaló a Guirao Díaz un costoso anillo de platino. Una vez que los novios dieron el sí y el sacerdote bendijo las alianzas, tiraron fuegos artificiales mientras sonaba el megahit de Adele Rolling in the deep, y se ofreció una recepción al aire libre, con abundante cantidad de fiambres y embutidos Paladini. Mientras el saxofonista Javier Iacovellis amenizaba la velada, los novios se preparaban para hacer su ingreso triunfal al salón. Bailaron el vals de la banda original de Drácula, acompañados por Aitana. El servicio de catering, a cargo de Pablo Aliendro, fue suculento: se sirvieron bocaditos calientes, empanadas varias, villaroy de pollo, Quebec de carne, centro de quesos con fiambres, panes saborizados, frutos secos, jamón crudo fileteado; el primer plato fue mini-provelta, con cebollitas braseadas, abanico de pimientos tres colores, tomates asados, mini-chorizos de cerdo y mollejitas. El plato central fue costillares estaqueados, matambre de cerdo, pollo asado y vacío, con ensaladas de pimientos, capresse, zanahoria, choclo y papas al plomo, rúcula, parmesano y aceitunas negras. Todo el tiempo funcionó una barra libre de tragos con y sin alcohol, y en la cena se sirvió vino y champagne de la bodega Catena Zapata. ¿El postre? Brownie con helado de crema, frutos rojos, salsa de frambuesa con biscoits de chocolate y canastilla de caramelo. Las mesas, en vez de tener números, tenían como nombre las ciudades a las que viajó Rocío: Barcelona, París, Roma, Nueva York, Praga, Túnez, Milán, Valencia, Frankfurt. Tambíen hubo mesa dulce con crepes, tortillas frutales, helados con top-pins, frutas sobre hielo, shots varios, tortas y tartas, isla flotante, marquise de chocolate, concorde, y mini-bocaditos dulces. 

Los invitados famosos que dieron el presente fueron: Sofía Zámolo con su novio, Gaston Rosseto, y Luli Fernández, amiga íntima de la novia, quien llegó sola pero a las 3 de la mañana apareció en el salón su novio, el futbolista de Boca Pablo Mouche. “Pablo tuvo que jugar contra Newells Old boys en la Bombonera, y se vino solo en auto; no quería estar ausente porque sabe que a Ro la adoro, y que este evento era importante para nosotras”, contó Luli. Otros que también llegaron tarde, a las 4 am, fueron Silvina Escudero y Nicolás Riera. Su tardanza fue justificada: la morocha, jurado de Soñando por bailar, salió a la 1 de El Trece, y a esa hora viajó con Tacho hasta Rosario. Desde que llegaron, no pararon de bailar, y hasta hicieron osadas cores en la pista, mientras tocaba en vivo Revivals Band, un grupo rosarino que hace covers de bandas nacionales e internacionales. Hubieron tres shows: unos bailarines hicieron el cuadro musical All that jazz, también bailaron tango, y danzas árabes: El cotillón, temático, estuvo inspirado en Arabia y se repartieron turbante con plumas. 

¿Un detalle? Unos días antes de la boda, Guirao Díaz sorteó dos entradas, via Twitter, para que dos de sus fans pudieran estar presentes en su noche mágica. Fernanda Pérez Dufau (22) y Alejandro Pose (23) fueron los beneficiados, y no podían creer estar sentados al lado de la mesa principial. 

En un alto de la fiesta, Rocío dialogó en exclusiva con Pronto, único medio en el casamiento. “en 2008 nos casamos por civil, y esta es la segunda parte. La ceremonia fue armónica, linda, emocionante. Queríamos casarnos con nuestros amigos, bendecir los anillos, y nos lloramos todos. Todavía no puedo creer que este suciendo esto, ¡es uno de los días más felices de mi vida!”, exclamó una Rochi eufórica. 

-¿Cómo viviste la previa de la boda? 
-Con muchísimos nervios y ansiedad. No veía la hora de que llegara el momento de la fiesta, ¡se me hizo eterna la semana previa! Tenía muchas expectativas e ilusión. Esta noche es especial, la soñé durante mucho tiempo. Me llevó tres meses organizar la boda, lo que no es tanto. Hay mujeres que dedican un año entero a planificar su boda y reservar el salón. ¡Nosotros la resolvimos bastante rápido! El lugar que elegimos es un sueño, al lado del río, con el puente Victoria de fondo, ¡soñado! 

 -¿Por qué le pusieron nombres de ciudades a las mesas? 
-Porque con Nico queríamos buscarle una vuelta y diferenciar las mesas con algo distinto más que con números. Eso nos parecía una plomo, y elegimos ponerle todas las ciudades a las que viajé. 

-Te emocionaste en el video, con la parte donde recordaban a tu papá, Carlos. 
-Sí, fue un momento fuerte. Sabía y esperaba que el video fuera emotivo, pero no me imaginé tanto. Lo hicieron nuestros amigos de sorpresa, y no tenía idea qué se venia. Se mezcló todo: risa, llanto, fue divino. A mí papá lo recuerdo todos los días, y más en momento tan especiales como éste. Cuando falleció, fue un punto de inflexión y me apartó de la idea de querer casarme porque para mí el casamiento tenía mucho que ver con él, no sólo porque simpre fui su fan número uno sino porque anhelaba entrar de su brazo al altar. En fin, los duelos son un proceso y evidentemente debo estar mejor ya que hace tres meses empecé a sentir que lo querpia hacer igual. Se lo planteé a Nico y él me dijo: “Hagámoslo, y entrá de la mano de tu mamá”. Pero no bien se enteró mi suegro, me encaró con un: “De ninguna manera, yo te llevo hasta al altar”. Lo vi tan decidido que me convenció enseguida. Juan Alberto es un suegro re piola, al que quiero mucho. Es un amor, re buen abuelo, me encantó haber entrado con él. Elegí un gran padrino. 

-¿Aitana e Indio toman dimensión de que es la boda de sus papás? 
-Aitu sí, lo tiene re en claro que nos casamos. Sabía que se iba a poner un vestidito de princesa, y que iba a llevar los anillos al altar. La acompañaron los dos hijos de mis mejores amigas: Mateo, de Nidia, y Mora, de Claudia. Indio, obviamente, no entiende mucho lo que pasa porque es muy chiquito. 

 -¿Se van de luna de miel? 
-No ya, porque el martes Aitana empieza el jardín. No queremos cortarle sus primeros momentos en el cole, así que vamos a aprovechar los feriados de Semana Santa, y nos vamos a ir los cuatro al Caribe. Al principio, pensamos en la polinesia pero por ahora lo descartamos porque es un viaje muy largo para hacerlo con bebitos tan chiquitos. 

-¿Después de acá se van con Nico solos? 
-Nooo, nada. Vamos a bailar hasta las siete de la mañana, y queremos terminar agotados de tanto bailar y divertirnos. 

-¿Te faltó algún invitado famoso? 
-No, nadie. Los poquitos que estuviera fueron losque había invitado. Con Luli Fernández somos amigas de hace mucho tiempo, y Sofi Zámolo y Sil Escudero son amigas nuevas, pero amigas al fin. Tenemos muy buena onda. 

-¿El momento más lindo de la noche? 
-El video me encantó, pero no podría elegir ninguno puntual. Cada momento tuvo un condimento especial: entrar con el vals de Drácula y encontrarnos con Aitana sentada en el medio de la pista fue emocionante, o que Nico me espere en el altar con Indio…todo tuvo su cuota emotiva, y salió tal cual lo había planificado. Es una noche soñana, la más feliz de mi vida. 

-No faltó nada: torta, vals, ramo… 
-Ya de por sí, una boda es cursi y yo quería que la mía sea la más cursi y tradicional de todas. Así fue, con vestido de princesa y todo. A todo lo que me proponía Isaac Pisarz, el coordinador del casamiento, le decía que si. Ahora las chicas optan por vestidos más bien lánguidos, pero yo elegí uno que es todo lo contrario,con una cola muy larga y muchos volados. No hubo nada de canje. Al principio, hubo un par de ofrecimientos de marcas, pero todo era con banners o cosas por el estilo y dije que no. No quería que mi casamiento se convirtiera en una carrera de TC. 

 -A los invitados les pidieron alimentos no perecederos. 
-Sí, porque ya estamos instalados en nuestra casa, no necesitamos mucho más. Nos pareció un lindo gesto donar los alimentos, y elegimos el Hogar de Raquel, de tránsito de la madre soltera primeriza.  

-Estás viviendo en Funes, Santa Fe. ¿Te cambió la vida? 
-Sí, muchísimo. Mi día a día es de mamá total, muy ama de casa. Me hago mis escapadas a Buenos Aires para cumplir con mis compromisos laborales, que me encantan y marcas a las que no las puedo abandonar, pero ya desde otro lugar. Priorizo mi familia por sobre todo. 2011 fue un año difícil pero me vino bárbara la movida, porque valoro más todo. También tenemos a mi mamá viviendo momentáneamente con nosotros, hasta que encuentre su casa. Ojalá dure de por vida, ¡no quiero que se vaya! 

-¿Volvés al ruedo? 
-Voy a tener un año mucho más tranquilo en lo laboral. La gente de ShowMatch me ofreció estar en el Bailando, pero les dije que i bien podían contar conmigo para cualquiera reemplazo, no quería estar todo el año de nuevo. Tambíén me propusieron hacer teatro el verano próximo en Carlos Paz. Me seduce la idea porque es una plaza que queda cerca de acá, y además serían sólo tres meses. Más no aguantaría, pero todavía lo estoy analizando. Hoy disfruto de este presente mágico.

Revista Semanario 2012/02/28

 

Casarme de blanco era un sueño que tenía pendiente y que hoy (por el sábado 26), gracias a Nicolás (Paladini), pude concretar ante Dios. Me siento la mujer más plena y feliz del mundo", fueron las primeras palabras que salieron de la boca de una extremedamente feliz y emocionada Rocío Guirao Díaz, apenas puso un pie afuera de la iglesia Nuestra Señora de Lourdes, ubicada en la calle Santiago al 1100, en pleno corazón de la ciudad santafesina de Rosario. Tal como estaba prevista, la íntima y sencilla ceremonia religiosa comenzó puntualmente a las 10.45 del sábado 26 y estuvo a cargo del curra párroco Juan José, quien fue elegido especialmente por Nicolás Paladini. "Con Nicolás nos habíamos puesto de acuerdo en que la boda por iglesia tenía que ser muy especial, por eso fue una ceremonia muy íntima y sencilla a la que invitamos sólo a nuestras familias y a un muy reducido grupo de amigos. Queríamos que fuera así y, por suerte, todo salió como lo teníamos planeado", agregaba Rocío, ya un poco más distendida tras lo emotivo de la ceremonia religiosa en la que los comensales ingresaron al tiempo que la soprano María Belén Rivarola, acompañada por la organista de la iglesia, les cantaba el Ave María. Pocos minutos antes de que las campanas de la parroquia dieran las 11.30 una radiante y bellísima Rocío Guirao Díaz salía de la misma luciendo un espectacular e impecable vestido blanco de Carolina Herrera mientras que, para no ser menos que su mujer y madre de sus dos hijos, Aitana e Indio, el novio sorprendió con un saco en crepé italiano, ribeteado en raso de seda, sin solapa diseñado especialmente por Daniel Casalnovo -modisto exclusivo de la familia Paladini- al que acompañó con un pantalón hiper entallado y un corpatnín con paleta extra fina en seda americana y una faja tableada en raso de seda. Ya ratificado su amor ante Dios, - recordemos que la pareja ya se había casado por civil el 1 de diciembre de 2008- Rocío y Nicolás se tomaron la tarde del sábado para terminar de ajustar todos los preparativos de cara a la gran fiesta que brindaron el domingo 27 y de la que, a diferencia de lo que había sucedido con la boda religiosa, participaron muchos más amigos. Entre ellos, Lulí Fernández y su novio, el jugador de Boca Juniors, Pablo Mouche; Sofìa Zámolo; Natalia Antolin y Silvina Escudero y su novio, Tacho Riera, entre otros famosos. 

GRAN FIESTA GRAN 


Sobre las 19.45 horas del domingo, Rocío llegó exclusivo Salón Punta Barracas, ubicado a la vera del río Paraná, abordo de un auto antiguo del brazo de su suegro, Juan Alberto Paladini, quien lucía un soberbio smoking negro con pantalón haciendo jeugo en crepé italiano, con botones entelados, solapa en raso de seda; una impecable camisa alforzada doble puño, con gemelos en plata y alforzas; una corbata de seda con pochet haciendo juego en seda italiana y zapatos en charol acordonados. Indumentaria y accesorios que, al igual que en el caso de su hijo, fueron diseñados especialmente para la ocasión por Daniel Casalnovo. El exquisito catering y todos los detalles de decoración del lugar estuvieron a cargo de Isaac y Alejandro Pisarz, responsables de A y P Fiestas, una de las empresas de catering y organización de eventos más importantes y antiguas de Rosario que la familia Paladini suele contratar para diferentes eventos. El exclusivo menú consistió en una entrada de una tentadora y amplia variedad de quesos y fiambres, acompañadas por frutas, empanadas y quebec, un plato de origen oriental. Mientras el primer plato, ofreció provoletas, matambritos de cerdo con tomate, verduritas, asado, vacío, pollo, papas al plomo y un importante surtido de ensaladas, a la hora de los postres, los invitados disfrutaron de helados de crema americana, salsas de fambruesas, y de una impresionante mesa dulce en la que no faltó nada de nada. Como si con todo eso no fuera suficiente, de sobremesa Isaac Pisarz sorprendió con un surtidísimo pizza party. Luego de la cena, tuvo lugar el primer show en el que unos bailarines hicieron un cuadro del musical All That Jazz, y, después de un rato de baile, tuvo lugar un segundo show que estuvo a cargo de una banda que interpretó covers de diferentes bandas americanas y latinas. Tras el mismo, Rocío regresó a la fiesta luciendo otro impecable vestido, también de Natalia Antolin, con un sugestivo escote corazón. Un show de tango seguido por otro de danzas árabes y el infaltable baile carioca acompañado de un cotillón en el que no faltaron los turbantes con plumas, fueron marcando el final de una fiesta que se extendió hasta pasadas las 7 de la mañana cuando los comensales se dieron cuenta de que la flamante modelo de la agencia Muse Management y el empresario ya habían partido a su nidito de amor que los estaba aguardando para un amanecer inolvidable. Tan inolvidable como la historia de amor entre Rocío Guirao Dìaz y Nicolás Paladini..

domingo, 12 de febrero de 2012

Revista Viva 2012/02/12



En diciembre de 2008, la modelo Rocío Guirao Díaz y el empresario Nicolás Paladini se casaron por Civil y, como ella estaba embarazada, la pareja decidió postergar la ceremonia religiosa hasta después del parto. Pero tras el nacimiento de Aitana, el 23 de Junio de 2009, la boda no llegó. Es más, Rocío y Nicolás volvieron a ser padres y el 2 de febrero de 2011 recibieron a Indio, se segundo hijo. 

Finalmente, la boda se celebrará el próximo domingo 26 de febrero y los invitados deberán llevar como obsequio alimentos no perecederos (luego se los donará a comedores infantiles de Rosario). Pero ¿qué tiene de especial este momento para la pareja? “Si bien nosotros estamos casados ante la ley, celebrar nuestra unión en la Iglesia es parte de una nueva etapa en nuestra vida. Nos fuimos a vivir a otro lugar y, en ese sentido, es como empezar de cero”, dice la modelo. El año pasado, luego del desmayo que sufrió en vivo la modelo mientras realizaba una coreografía de reggaetón en Bailando por un Sueño, la pareja dejó atrás la vida agitada de la ciudad para mudarse a un barrio privado en Funes, cerca de Rosario. Además, Rocío quiere cumplir un sueño: “casarnos es una fantasía que tenemos todas las mujeres porque fuimos educadas, desde que nacimos, con esa ilusión: entrar a la iglesia vestidas de blanco como princesas y darle el sí a nuestro príncipe azul. Llega un momento en que deseás que esa ilusión se haga realidad”, asegura la rubia. “formalizar nuestra unión ante Dios es una manera de bendecir nuestra familia y celebrar con nuestros seres queridos”, dice Paladini, heredero de una de las fábricas de embutidos más importantes del país, fanático de Newell’s y uno de los galanes delo momento. “Además, desde que no conocimos estamos embarazados y Rocío no paro nunca de trabajar –dice entre risas-. Ahora queremos disfrutar de la pareja y de los chicos, y tomarnos un tiempo para nosotros.” Luego de la ceremonia, los recién casados pasarán su luna de miel en las paradisíacas playas de la Polinesia…junto a sus dos hijos.

Revista Luz 2012/02/12

Nota de tapa: Rocío Guirao Díaz


Luego de un 2011 algo difícil –que incluyó un confuso enfrentamiento con Reina Reech por una obra de teatro, desmayos y una feroz caída en pleno vivo de ShowMatch- la blonda decidió arrancar este año con todo y en dos  semanas se casará por iglesia con Nicolás Paladini, padre de sus dos hijos. Íntima, frontal y decidida, la modelo revela detalles de la ceremonia y de su nueva y bucólica vida en un campo de las afueras de Rosario.


“Casarme de blanco era un sueño pendiente”


Es resuelta. Muy resuelta. Y aunque Rocío bromea sobre el poder disuasivo de su marido (“luego de la crisis del año pasado, me agarró de los pelos y me llevó al campo”), a las claras se nota su mano firme en el vuelco que dio su vida. 


Recapitulemos: a comienzos de 2011, a sólo 4 meses de haber parido a Indio, su segundo hijo, la modelo se hallaba en plena fiebre laboral, actuaba en El Arcoiris de Rocío, una obra infantil dirigida por Reina Reech, y concursaba en el popular Bailando por un Sueño de  Show Match. En el vivo de ese programa, mientras realizaba una nueva performance, pasó lo inesperado: Rocío se desvaneció y golpeó muy duro contra el piso, debiendo abandonar los estudios en ambulancia. Y si bien fueron muchos los que especularon sobre su estado físico, ella mantiene hoy la posición que había sostenido en LUZ un par de semana antes del traspié. “Nunca estuve mal de salud. El desmayo, si bien me hizo pasar un momento horrible, fue un accidente más, consecuentes del stress y la acumulación de trabajo, pero no de una mala alimentación o de hábitos poco sanos. Mis médicos dicen exactamente lo mismo”, sentencia. Días después de ese incidente, sucedió el otro “golpe”: su repentina desvinculación del infantil que encabezaba en el Teatro Broadway. “Yo tenía una excelente relación con Reina Reech; la admiraba mucho, pero se terminó portando horrible conmigo, declarando mentiras sombre mi desempeño en la obra y echándome al aire aunque en realidad ni siquiera podía hacerlo ya que mi contrato había vencido esa misma semana. Sinceramente, no tengo idea de por qué se manejó así, yo sé que no le hice nada porque mi conflicto era con los productores (N.de.R.: había una disputa por el manejo de las entradas y el cachet), no con ella”, sentencia hoy en medio de una realidad bien distinta.
Instaladísima en Funes, una localidad rural donde su marido posee una estancia, cuenta: “En aquel momento, Nicolás sólo pensó en cuidarme y la verdad es que para mí fue esencial. La idea era ir al campo por un mes y a las dos semanas yo ya estaba decidida: “mudémonos acá”, le dije.
Y ahora está ansiosa Rocío. Lo está por su dilatada boda por iglesia. Si bien se casó por civil con Nicolás Paladini en 2008, recién el próximo domingo 26 será la tan esperada ceremonia religiosa, ante 250 invitados.

-¿Qué fue lo que descubriste en tu nuevo hogar de Funes?
-Que es mi lugar en el mundo. Es especial, tiene un espíritu de campo único, con calles de tierra y negocios chiquitos, bien de pueblo. Si bien extraño mucho a mi gente, el contacto que tengo y que tienen mis hijos (Aitana e Indio) con la naturaleza no lo cambio por nada. Cada vez que estoy en Buenos Aires me agarra pánico con sólo ver el tránsito y el humo de las calles.

-¿No fue un cambio muy rotundo para tu día a día?
-Y… te diría que tuve que volver a empezar, a arrancar de cero, sin trabajo, sin amigas… Pero de a poco me fui rearmando. Nico me presentó unas 60 novias de amigos (ríe), y con cuatro o cinco pegué mucha onda y empezaron a ser mi círculo de amigas. Aunque las de Buenos Aires mostraron cierto celos, ya logré que no haya reclamos; viajo bastante y me reparto bien con todas.

-¿No te aburrís un poco?
-No, venía de tanta locura que estar un par de meses parada me vino muy bien. Además, hace un tiempito que estoy con un proyecto que me tiene a full: voy a abrir en julio una academia de baile en la ciudad de Rosario. Me puse con todo: el local, los contadores, el staff de profesores…Obviamente que cuento con el apoyo económico de mi marido, pero lo cierto es que le estoy poniendo todo mi corazón.

-Y en el medio de tanto cambio decidiste pasar por el altar…
-Mirá yo siempre fui re-Susanita y casarme de blanco en una iglesia con Nicolás era un sueño pendiente que se venía postergando por distintos motivos. El nacimiento de Aitana, el de Indio y sobre todo la muerte de mi papá. Que de alguna manera fue un punto de inflexión que me había apartado de esa idea. Y… sí, para mí el casamiento tenía mucho que ver con él, no sólo porque siempre fui su fan número 1 sino porque anhelaba entrar de su brazo al altar. A mí me pegaba mucho su ausencia… (hace una larga pausa). En fin, los duelos son un proceso y evidentemente yo debo estar mejor ya que hace tres meses se lo planteé a Nico y él no dudó: “hagámoslo y entrá de la mano de tu mamá.” Pero apenas se enteró mi suegro me paró en seco y sentenció: “De ninguna manera, yo te llevo hasta el altar.” Lo vi tan decidido que me convenció enseguida. Nuestros hijos, junto a mis dos sobrinos, formarán el cortejo.

-¿Cerraste todo en apenas tres meses?
-Sí, no soy la típica novia que necesita un año y medio para resolver todo. En Rosario, además, sobran los lugares lindos y glamorosos para hacer la fiesta: todos mirando al río, con el puente Victoria detrás… Allá no es como acá que le damos la espalda al río, ese paisaje se aprovecha mucho.

-¿Sos una mujer romántica?
-Sí absolutamente y Nicolás también. Para Año Nuevo me cambió el auto y lo hizo de forma muy romántica: escondió el nuevo, lo llenó de flores y me dejó como sorpresa una cajita con las llaves adentro. Los dos somos bastante melosos.

¿El casamiento va a respetar ese estilo?
-¡Totalmente! Ya de por sí, una boda es cursi y yo quiero que la mía sea la más cursi de todas. A cada pregunta del wedding planner respondía que sí. ¿Querés tirar el ramo? ¿Vals? ¿Vestido de princesa? A todo dije que sí ¿Viste que ahora las chicas optan por vestidos más bien lánguidos? Bueno yo elegí uno que es todo lo contrario, me lo hizo mi amiga Natalia Antolín, tiene una cola muy larga y muchos volados. ‘Cúantas veces me voy a casar? Yo apunto a que sea una sola por lo que, si la hacemos, hagámosla con todo.

-¿Apelaste a algún canje?
No, cero canje. Al principio hubo un par de ofrecimientos de marcas, pero todo era con banners o cosas por el estilo y dije que no. No quiero que mi casamiento se convierta en una carrera de TC

-Hay un estereotipo que imagina a la novia detrás de cada detalle y al novio limitándose a decir “OK”. ¿Fue ese tu caso?
-Sí, yo elegí todo y él cerró los presupuestos. A mí no me gusta negociar números, no lo hago en mi carrera y menos lo voy a hacer para mi boda.

-¿Y qué cosas tenías como innegociables?
-Mmm… soy bastante flexible en general. Por ejemplo, a mí me gusta mucho la cumbia y cuando le dije a mi marido que quería contratar a un grupo de cumbia muy famoso que no quiero nombrar para no quemarlos (N. de R.: trascendió que se trataba de Los Wachiturros), Nicolás me bajó el pulgar piso facto. “¡Los saco a tiros!”, me dijo (ríe). Ahí tuve que negociar y acepté finalmente que sea una banda que hacer covers. Ya les pediré algún que otro tema de cumbia.

-Una foto grande de la pareja emulando una tapa de revista ficticia llamada Vanity Love como invitación. ¿Eso también lo propusiste vos? ¿Sabías que te iban a criticar?
-Sí y no me importa. Todo lo que me ofrecían me parecía un plomo, tarjetas en blanco o en marfil con las que no me sentía identificada para nada. Buscando por la web di con esa idea y me gustó. A Nicolás mucho no le consulté. Le dije que teníamos que sacarnos unas fotos en el jardín, las hicimos y mandé todo a imprimir. Después, cuando vio las invitaciones, mucho no podía hacer el pobre. “si a vos te gusta, está todo bien”, se convenció. Es un genio.

-¿Habrá luna de miel?
-No sabemos todavía. Muchos me dicen: “qué bueno, van a poder hacer un lindo viaje juntos!” y yo en lo único que pienso es que ni loca dejo a mis hijos solos tanto tiempo…La verdad es que en este momento estamos mucho más cerca de Disney que de una paradisíaca playa, por más linda soñada que sea.

-Por último Rocío, ‘sentís que esta boda es también una forma de revertir un 2011 algo difícil?
-Sí, el año pasado fue realmente muy complicado, no fue sencillo sobrellevar tanto maltrato inesperado. De mi lado siento alivio igual, porque nunc a me manejé mal, pero es duro escuchar tantas mentiras por la tele de parte de gente que creías conocer y querer. En algún punto, fue el año en el que más crecí y aprendí. Como vos decís: este 2012 lo arranco con fuerza, con casamiento y muchos proyectos profesionales, sobre todo en lo que a modelaje respecta.

-¿Creés que volverá el tiempo de la Rocío bailarina?
-Sí, claro. La gente de Show Match ya me ofreció estar en el certamen, pero les dije que si bien podían contar conmigo para cualquier reemplazo, no quería estar todo el año nuevamente. Prefiero seguir este 2012 en paz, con mi trabajo como modelo y recién arrancar con los proyectos artísticos más hacia fin de año. Lo más probable es que sea en Villa Carlos Paz, que encima me queda bien cerquita (sonríe). Ya hay varias propuestas concretas de las que no puedo hablar, pero sí te aseguro una cosa: será una temporada corta, de sólo 3 meses. Por más que me encante trabajar, ya aprendí que también tengo que cuidarme…