jueves, 29 de julio de 2010

Revista Cosmopolitan 2010/02 Entrevista


Dulce & sexy


Rocío Guirao Díaz

Empezó como modelo, brilló bailando en tevé y ahora protagoniza un musical en la calle Corrientes. En esta nota nos cuenta cómo hizo para triunfar en su carrera y ser mamá y esposa sin perder el sex appeal.

A primera vista, lo que más impacta de Rocío es lo flaca que está, apenas seis meses después de haber dado a luz a la pequeña Aitana, que descansa felizmente a upa de mamá mientras a ella la maquillan y la peinan para las fotos de Cosmo. Si bien el año pasado Guirao Díaz demostró que había recuperado su figura en los musicales de ShowMatch, programa en el que participó a tan solo un mes de haber sido mamá, al verla personalmente, vestida con babuchas, ojotas y una remerita ajustada, una puede corroborar que efectivamente tiene los 59 centímetros de cintura que aduce. “Juro que no hago dietas ni voy al gimnasio, mi secreto para tener este cuerpo es bailar”, revela frente a la mirada expectante de todas las mujeres que estamos en la habitación,ansiosas por saber cuál es su fórmula.

El baile, sumado al intenso ritmo que le exige protagonizar la obra Pour la Gallery, en el teatro Metropolitan, la mantienen divina. “Estoy feliz con este musical porque canto y bailo tap arriba del escenario, entonces me permite explotar otra faceta de mi carrera.Soy muy atrevida: si me proponen un rol que me gusta, me arriesgo sin pensarlo, aunque no esté 100% preparada”, confiesa, y agrega: “Nunca había pensado que llegaría a donde estoy, ni planifiqué mi carrera; me dejé guiar por los proyectos que se me fueron presentando. Trabajo desde los 14 años en publicidades, después hice campañas de moda y participaciones en la tele, pero las pasarelas son aburridas y necesitaba nuevos desafíos, ¡y no hay como el aplauso del público en el teatro!”.

Más allá de ser una mujer orquesta, lo que más la enorgullece en la vida es haber encontrado a su media naranja: el empresario rosarino Nicolás Paladini, con quien se casó el año pasado después de vivir romances fugaces con Nicolás Cabré, Facundo Pieres y Mariano Martínez. Está tan enamorada que no tuvo problemas en mostrar su lado de chica mala cuando Graciela Alfano se le insinuó a su marido a sus espaldas en ShowMatch. ¿Querés conocer los entretelones de esa pelea y enterarte cómo vive Rocío estos días de verano en la ciudad, entre el teatro, su beba y su esposo? Nos lo cuenta en esta charla íntima con Cosmo.

Cosmo: ¿Cómo fue debutar en el teatro?
Rocío Guirao Díaz:¡Increíble! Antes de estrenar me agarró pánico porque sentí que no había ensayado lo suficiente, pero ahora estoy disfrutando mucho. Estaba buscando un proyecto que me llenara desde lo artístico.

C: ¿Te molesta cuando dicen que las modelos solo deberían hacer desfiles?
RGD: No, no escucho las críticas con mala onda. Mamá mira los programas de chimentos y le tengo prohibido que me cuente si hablan mal de mí. Pareciera que si sos modelo tenés que ser un potus. Obviamente los desafíos me dan miedo, pero aunque me destrocen con los comentarios nadie me va a hacer dudar de lo que soy. Participé en ShowMatch a menos de un mes de haber tenido a Aitana y pensaba: “No sé si estoy del todo preparada para bailar y cantar, pero seguro alguien lo va a hacer peor, entonces van a matar a ese” (risas). Y a pesar de eso, llegué hasta la semifinal.

C: ¿Cuál es tu secreto para estar flaquísima al mes de ser mamá?
RGD: En mi caso mi única receta fue bailar. Para el programa de Tinelli ensayaba seis horas por día y bailaba otras cuatro en el vivo. El ritmo del teatro es igual de intenso, y así fue como recuperé mi figura. Por eso recomiendo bailar, no solo porque es divertido, sino porque además te estiliza y no quedás musculosa como cuando hacés aparatos en el gym.

C: ¿Y además te matás de hambre?
RGD: No, para nada. No hago dietas y encima soy muy desordenada con mi alimentación: como a cualquier hora, a donde puedo. Hoy, por ejemplo, almorcé en diez minutos dos empanadas y una porción de tortilla en una rotisería cerca del teatro.

C: Ahora que además de modelar y hacer campañas, estás en el teatro, ¿te cotizás mejor, aumentó tu cachet?
RGD: Seguro. Igual, si bien me fascina ganar dinero, desde que soy mamá apunto más a la calidad que a la cantidad de plata.


C: ¿Volverías a hacer desnudos en revistas hot?
RGD: No lo descarto si la producción es fina. Aparecer en una foto en topless pero de espaldas me parece súper sexy. Además, Nico me apoya en todas las decisiones, no es nada celoso.

C: ¿Y vos sos celosa? La discusión que tuviste con Graciela Alfano desató tu lado de chica mala, ¿o fue armado?
RGD: Juro que no estaba armado. Ella se le insinuó mientras me estaban maquillando, él me lo contó y me pareció una falta de respeto hacia mí, por eso le puse un freno. Encima Graciela me venía pegando en el certamen y detoné por ese lado. Soy impredecible, pero no celosa. Estoy con un hombre hermoso, que le gusta a un montón de mujeres, y eso me pone orgullosa. Si voy caminando por la calle y lo miran se me infla el ego. Pero si viene alguien y lo encara está todo mal.

C: ¿Le perdonarías una infidelidad?
RGD: Hoy en día, no. Y eso que yo fui infiel, pero era adolescente. Por suerte, a Nico le tengo confianza ciega, estamos muy conectados y a cada rato me demuestra que soy la única en su vida.

C: ¿Una noche hot qué implica?
RGD: Que se haya dormido Aitana. Después, él me sorprende con cenas a la luz de las velas en el jardín de casa. Es supercocinero, me prepara asados y pollos con salsas. Si no tiene ganas de cocinar, pedimos sushi y tomamos un buen vino. Definitivamente, nuestro mejor plan es estar los dos tranqui en casa.

C: ¿Vos con qué lo sorprendés?
RGD: Y... le improviso algún baile (risas). Siempre me pide: “Haceme un striptease”. ¿Podés creer que lo hice para la tele y nunca para él? ¡Me voy a poner las pilas! Ojo, cuando salimos me visto linda para llamar su atención: unas buenas botas y un vestido corto me parecen una combinación perfecta. Casi no uso jeans, prefiero mostrar mis piernas porque son mi gran arma de seducción.

C: ¿Cómo se conocieron?
RGD: Me da vergüenza decirlo, pero fue a través del Facebook. Yo había estado de novia tres años, y ‘cuando corté’ mi Facebook pasó a ser un casting de chicos. Admitía a los que estaban buenos, ¡tampoco a todo el mundo! Entre las 5.000 solicitudes que tenía, acepté a Nico. Empezamos a chatear y quedamos en vernos en un desfile en Villa María, Córdoba. Lo había visto en fotos y me parecía que estaba más bueno que comer dulce de leche con la mano, pero no lo conocía personalmente, y quizá era un fiasco. Cuando nos encontramos me morí de amor, me quería casar con él. Me invitó a cenar y le pedí a mamá que me acompañara.

C: ¡Qué primera cita extraña!
RGD: Sí, él se quería matar porque vino mi mamá, pero tampoco iba a ir a cenar con un chico que no conocía en un pueblo que jamás había pisado. En la segunda salida fuimos a cenar solos y hubo besos. Hoy somos inseparables, aunque él viaja constantemente a Rosario, donde nació, y a su fábrica de Córdoba. Está bueno que a veces nos distanciemos, porque los reencuentros son buenísimos y renovamos la energía.

C: ¿Por qué sentiste que él era el indicado para casarte?
RGD: Me gustó porque como es del interior es sencillo, tiene una inocencia de chico de campo que me vuelve loca. El porteño es orgulloso y tiene miedo de mostrar sus sentimientos. En cambio Nico no tiene problema en besarme frente a toda su familia, es abierto y sincero, y no se considera menos hombre por decir lo que siente.

C: ¿Es importante que tenga dinero?
RGD: Yo trabajo desde los 14 y tengo un buen pasar económico, lo ideal es que quien esté a mi lado también lo tenga, que me dé seguridad. Además, así puedo tener la independencia de invertir la plata en mis cosas.

C: Después de salir con actores y deportistas, ¿dirías que el rubro de los empresarios es el mejor?
RGD: Puede ser. En realidad, con actores solo tuve touch and go, mis novios nunca fueron del ambiente. Siempre fui muy noviera y en mi vida solo estuve soltera seis meses. Quizá tuve mis cortes en el medio de las relaciones y aprovechaba esos momentos de soltería muy bien (risas), pero siempre fui noviera.

C: ¿Cómo te ves en 15 años más?
RGD: Tengo 25, así que a los 40 me gustaría estar viviendo en mi casa divina del Tigre con Nico y muchos hijos: quiero tener cuatro. En marzo termino la obra y si funciona bien vamos a hacer una gira por el país, así que a fin de año espero poder arrancar con la búsqueda de más hermanitos para Aitana... Sin dudas, ¡ese es el proyecto que más deseo concretar este año!

Por Paola Pluzzer. Fotos: Marcello Molinari. Archivo Editorial Televisa Argentina. Ropa: María Vázquez y Ona Sáez. Anillo: Oleana. Agradecemos a: Hotel Emperador

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